Discapacidad: Mas alla de un problema físico.
Siempre que me
devuelvo a los primeros recuerdos de mi vida,
mi memoria me regresa a cuando
tenía unos 5 o 6 años, en esas épocas
de mi niñez, solía pasar mis vacaciones completas donde
mis abuelos en el INVU de Palmares, como lo disfruté, no tenía claro muchas cosas, pero nunca olvidaré la cara de esa
joven, de unos 20 años que me parecía
extraña, que me hablaba de forma extraña
pero que me llenaba de cariño y
protección. Con los años entendí que mi
tía Elisa Monge Montero, hoy casi con 60
años, tenía síndrome de Down.
En aquellos
tiempos, unos treinta años atrás era complicado, pero debo agradecer infinitamente a Dios que
me permitiera crecer entendiendo y dando espacios a las personas con
discapacidad. Quizás se me estaba
preparando para el futuro, que largo
estaba yo de pensar que un día Dios nos iba dar a mi esposa y a mí la
posibilidad de educar a un niño con discapacidad.
Aún recuerdo
todo el proceso desde que nació Alejandro,
esa mañana del dieciocho de mayo del 2006, me habían dicho que iba a ser papá canguro y de repente el
pediatra lo tomó entre sus manos y lo llevo a la incubadora, yo no entendía que estaba pasando, luego
me explicaron que tenía un
problema con sus pulmones, desde ese día
tuvo especial atención de mi parte, pero
aún faltaba más, podría asegurar que
quizás después de que salimos del hospital
los primeros veinticuatro meses tuvieron un desarrollo normal.
Poco después
de los dos años Ale empezó con conductas diferentes a las que había tenido
nuestro hijo mayor Roberto, la verdad
que el sexto sentido de una madre es increíble,
Franciny me insistía en que sería bueno llevarlo a un psicólogo
infantil, que había ciertas conductas
obsesivas, y que querer ver tantas veces
la misma película no era normal. La
verdad yo no muy convencido fui donde mi amiga Mercedes, ella me cuestionó que pensaba yo, a lo que respondí creo que es chineo, como
perdió el campo tan rápido, mi esposa
contestó no sé qué es?, pero hay cosas
que me preocupan, llora excesivamente
cada vez que vamos a salir de la casa, tiene movimientos reiterativos entre otras
cosas, Merce nos dijo: no me gusta
etiquetar niños, pero vean él juega y
habla con ustedes, yo no existo me
aísla, no quisiera etiquetarlo pero creo
que tiene síndrome de Asperger.
Por supuesto
que yo en mi vida había oído que era eso,
al igual creo que la mayoría de los costarricenses, a pesar de que me recomendaron no leer nada
para no crear etiquetas, es muy difícil
para un papá no hacerlo y simplemente irse para la casa. Los primeros videos y lecturas me sacaron algunas lágrimas, pero después de aceptarlo, paso muy importante para poderles ayudar, entre a un mundo del que nunca saldré hasta
el día en me muera.
Mis lecturas
me hacían suponer en principio que el
Asperger era algo menos que Autismo,
que triste la desinformación que tenemos, porque cuando me hablaban de Autismo yo solo
pensaba en la película Rain man, hable
con un amigo de la Universidad, Iván
quien meses antes me había contado
que su hijo era Autista, él me
dijo bienvenido al mundo autista, yo en
ese momento no entendía porque me lo decía, en mi ignorancia, yo me decía:
no mi hijo es Asperger. Meses
después en la Unidad de Neuro desarrollo del Hospital de niños me aclaraban que
todo es espectro Autista, dicho sea de
paso felicitar al personal de esa
institución que es de primera categoría.
Ya inmersos
dentro del mundo Autista, empezamos la
tarea de cómo asegurarle una mejor calidad de vida a Ale?, que terapias?,
que educación primero normal y después especial ? para poder darle las bases de un proceso de incorporación
a un mundo que puede ayudarle a desarrollarse o que podría ser muy cruel con él si no lo llegan a
comprender.
Vivido todo este proceso me toca asumir la responsabilidad de luchar
por grandes temas en materia de discapacidad; o como bien dice una amiga
personas con capacidades diferenciadas.
El primer gran reto es
impulsar a través de programas de
educación formal la capacitación de las
personas “normales” para que
entiendan que la discapacidad va más
allá de ser; no vidente, no poder hablar
o escuchar, o no poder caminar o tener
algún tipo de parálisis o retraso, la
discapacidad también proviene de trastornos del desarrollo del individuo, cuyas manifestaciones son diversas y
complejas.
Señalo lo
anterior porque la última forma de discapacidad señalada en principio, es
imperceptible para los ojos humanos,
solo puede determinarse a través
de sus conductas; para muestra un botón
en días recientes leía como una aficionada al team florense se mostraba molesta
porque había visto a uno de sus porteros parquearse en una zona de
discapacitados en un centro comercial,
ante lo cual el jugador de Futbol
le aclaró que tenía un hijo con discapacidad y que usaban ese
estacionamiento para comodidad de su hijo.
Si bien es cierto no nos gusta
que personas con todas sus facultades usen los parqueos de discapacitados, lo
resumiríamos en la frase “pónganse en mi
lugar y no ocupen mi lugar” tenemos que
llevar la educación necesaria para entender este tipo de discapacidades y no
juzgar a priori.
Antes de
proseguir con los retos me parece importante hacer una reseña de alguna de las
legislaciones existentes en la actualidad
y que dan un marco de protección a las personas con discapacidad.
La ley 7125
que permitía recibir una pensión Vitalicia para las personas con parálisis cerebral
profunda, fue reformada por la Ley
8769 para incorporar dentro de esta pensión del régimen no
contributivo “la parálisis cerebral profunda, autismo, mielomeningocele o cualquier otra enfermedad ocurrida en la
infancia con manifestaciones neurológicas equiparables en severidad”
Esta reforma
que incluyó otros problemas en el desarrollo neurológico de las personas, es trascendental ya que
muchas familias el padre o la madre deben dejar sus trabajos para dedicarse a
sus hijos y ayudarles en el desarrollo
de sus tareas educativas. Aún faltan más cosas que realizar las cuales enumeraremos
más adelante.
La Ley 7600 es una ley que lleno muchos vacíos en
general para las personas con discapacidad,
obligó a los municipios a mejorar y crear rampas en las acera para que dichas
personas tuvieran accesibilidad. Reguló
para que las instituciones públicas fueran accesibles infraestructuralmente
para todos y todas sin exclusión. Lo anterior es muy importante, no obstante sabemos que aún
no tenemos un cumplimiento del cien por ciento,
tenemos que apurar el paso para
llegar a esa cobertura total. Todo lo anterior
es destacable en el entendido que esa
accesibilidad no sea solo para transitar y movilizarse, sino en el tanto genere oportunidades reales de educación y
trabajo para las personas con discapacidad.
En la
actualidad bajo el expediente legislativo
18060 se encuentra bajo
estudio el proyecto de Ley de protección Integral a las personas Autistas, propuesto por cuatro diputados del Partido
Accesibilidad Sin Exclusión, este
proyecto es trascendental ya que como se
cita en la exposición de motivos las
personas autistas tienen una gran dificultad para interactuar con sus
semejantes, ya que son incapaces de
darse cuenta de las diferentes situaciones sociales ni percibir los
sentimientos ajenos. Tiene una
inadecuada respuesta a los estímulos sensoriales.
Según datos de
la organización Mundial de la Salud el
autismo se presenta en al menos
cuatro de cada diez mil personas,
con mayor incidencia en y con una mayor cantidad de diagnósticos en
los últimos años.
El autismo no
desaparece con la edad, tiene diversos
grados de severidad que permitirá que algunos sean bastante funcionales, se puede mejorar y esto va a depender en
mucho según los últimos estudios de
programas educativos especiales que los permitan incorporarse en el sistema formal
siempre y cuando se les asegure las
condiciones apropiadas.
Todo lo
anterior concuerda con lo buscado por la
Organización Mundial del Autismo quien promueve que toda persona Autista tenga
derecho a un diagnóstico oportuno y a una educación apropiada pero sobre todo a
ser tratado con respeto y dignidad.
El
proyecto de ser aprobado vendría a dar
un gran respaldo a las personas
Autistas, pero creo que quedan retos
pendientes como la educación que debemos
recibir todos para entender los problemas de las personas capacidades
diferenciadas y eso tiene que ser parte
integral del sistema de educación formal del país que permita una sociedad más
accesible e incluyente.
Queda pendiente
la creación de más centros de educación especial en las zonas rurales así como
la ampliación de horarios de lecciones para que las personas con discapacidad
reciban una cantidad de horas lectivas
similar a las personas del régimen
educativo formal.
También queda
pendiente, la actualización de programas
y de más capacitación para los actuales educadores que se encuentran dentro del
régimen de enseñanza especial los cuales podrían ser impartidos a través de la
UNED o de la UNA, generando así mayores
oportunidades para todos.
Quedamos en
deuda aun con la incorporación dentro del mercado laboral, que les permita en la medida de lo
posible un desarrollo de una vida sin
restricciones. Este quizá sea el mayor
reto que debemos enfrentar en los próximos años.
Finalmente he
de decir que algunos hemos tenido la
gracia de Dios de tener personas con discapacidad a nuestro lado, nos sentimos felices de compartir con ellos y
dar luchas día a día con ellos y por ellos, su condición de vida ha hecho que
también nosotros veamos el mundo con otros ojos y desde otra perspectiva.
Como país hemos avanzado en la protección de
sus derechos, pero que aún queda mucho
por regular pero quizás donde más tareas
tengamos pendientes es en la de crear una sociedad que los entienda los respete y les brinde el
amor que se merecen, no se si usted hoy
piensa en algún familiar o amigo con discapacidad, pero yo le invito a que no piense más y que se una con muchos de nosotros a crear
una Costa Rica más accesible, incluyente
y solidaria únase a construir el país y la Heredia que queremos y entendamos que la discapacidad va mucho más
allá de un problema físico.
Lic. Ronny
Monge Salas.
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